Enfrentarse a Noir de Místicos de Cafetería es como ponerse delante de un puzle cuyas piezas, como por arte de magia, van a ir uniéndose paulatinamente hasta conformar una escena única. En realidad, la experiencia que ofrece Noir se asemeja a la construcción del color que le da nombre. Noir es la suma de todos los colores, Noir es un todo en el que no vemos nada.
El vanguardismo de Místicos de Cafetería -la característica que mejor define su obra- se expresa una vez más a través de estructuras sustentadas que van desde el spoken words hasta la electrónica más disco, conformando un abanico de sonidos casi infinito. Este pilar artístico, que una vez más ha vuelto a transformarse en álbum, se ve cohesionado por una actitud que nos puede parecer psicodélica, pero que no deja de ser el uso del método artístico más antiguo: el de la improvisación. Porque por paradójico que parezca, no hay nada más vanguardista que improvisar. A través de este sistema, Místicos de Cafetería demostrarán que es posible hacer girar nueve cuerpos a millones de kilómetros el uno del otro en torno a una misma estrella, por lejano que sea su resplandor.
‘Respirando’, de inicio, parece cercana al mundo del cantautor. Lo es hasta que explota a través de diferentes voces sampleadas (aparecen Beyonce, Aaliyah, Nas o Public Enemy entre otros) y guitarrazos, destellos que llevan la canción a otro nivel. Nunca nada es lo que parece. ‘Un espectador’ aporta la dosis necesaria de oscuridad, misterio y negatividad que todo buen álbum necesita para que el oyente se enfrente a sentimientos contrapuestos. En ‘Pirámides’ los ecos de DJ Bollywood, un viejo conocido de Místicos de Cafetería, se hacen más que audibles, mezclando toda clase de sonidos, hilvanando todo el corte con lo que para otros serían simples recursos. ‘Noir’, tema central de la obra, es todo lo que uno puede esperar de una canción: la condensación de múltiples sentimientos en un espacio de tiempo limitado. En menos de dos minutos, este réquiem te inducirá en un descanso que puede parecer eterno. Pero no lo es, nada lo es. ‘Todo lo que tengo es tuyo’, nacida sobre las brasas de The Smiths, emerge lentamente, con unos novedosos efectos vocales a los que se les van añadiendo capas y capas que aparecen y desaparecen fantasmagóricamente. ‘Horizontes’ podría decirse que es todo lo contrario, con esa orquestación tan grandiosa y ese estribillo tan brillante, y sin embargo… Y sin embargo te das cuenta de que la contradicción es una de las constantes de Noir. ‘Extraños regalos del cielo’ te sumerge en una falsa tranquilidad, en una calma tensa, en una tormenta que nunca termina por desatarse.En ‘A un millón de kilómetros de ti’, Místicos de Cafetería vuelven sobre los clásicos. Esta vez se encuentran con la obra Bob Dylan y demuestran una vez más su capacidad para sintetizar influencias sin perder su estilo único. Es más, aquí sí que estás ante una canción en la que el concepto de tempestad instrumental cobra sentido. Lo hace gracias a unos desarrollos enrevesados pero predecibles, un nuevo imposible espacio - temporal que aquí se transforma en realidad. ‘For Cheerio Mattie’ es la despedida que a la vez saluda a un amigo. Una breve e intensa pieza que es el final que marcará el nuevo inicio.
Y es que Noir es muchas cosas, tantas que cada uno tendrá su propia opinión, porque la música es libertad, porque el pensamiento único solo te lleva a la repetición y al error. Este gigantesco collage parece creado para negar cualquier verdad, para negarse a sí mismo, y pese a todo... No es del todo así. Noir es un pequeño trozo de vida, es melancolía y es ilusión, es tristeza y es alegría… Es tan simple y tan complejo que resulta imposible de resumir, y aún así, me atrevo a afirmar que Noir es una parte de nuestra realidad diaria.